25, Jan, 2015 en Odontología

Casi un 40% de la población adulta sufre sensibilidad dental, una dolencia provocada por el desgaste de la superficie del diente o de un problema de retracción de encías, entre otras causas, que nos produce un dolor en nuestras piezas dentales.

Es una dolencia que todos acusamos más en verano, ya que es cuando más helados y bebidas con frías tomamos. Pero el frío también la puede agravar, ya que los alimentos excesivamente calientes también pueden provocarnos cierto dolor dental.

Para acabar con ello, desde Isidro y Márquez Estética Dentofacial os recomendamos acudir rápidamente a vuestro especialista, ya que él determinará la causa de esa extrema sensibilidad en vuestros dientes. Como hemos dicho entre las causas más frecuentes están enfermedades orales como caries, gingivitis, periodiontitis, bruxismo, la consecuencia de un blanqueamiento dental o incluso la falta de higiene o la edad.

Una vez que el dentista haya realizado su diagnóstico y determinado el tratamiento a seguir, vosotros podéis seguir paliando los efectos de la sensibilidad dental en vuestra casa siguiendo estos consejos:

- Cambiar de pasta de dientes, por una adecuada a dientes sensibles.

- Renovar el cepillo de dientes por uno de cerdas suaves que no desgaste nuestro esmalte.

- Prestar más cuidado al cepillado. No hay que hacer demasiada presión con el cepillo, sino emplear el tiempo suficiente para limpiar todas las piezas y que el cepillado sea correcto, para lo cual, habrá que utilizar también colutorio e hilo dental.

- Evitar el consumo de alimentos ácidos que desgasten nuestros dientes.

- Tápate la boca cuando estés en la calle. El aire gélido propio del invierno también puede afectar a tu sensibilidad dental.