09, Nov, 2014 en Odontología

Esta nueva temporada nos hemos propuesto concienciaros de la importancia que tiene mantener una correcta higiene bucodental, ya que esta es la base de la prevención de futuras dolencias y enfermedades en nuestros dientes. Por este motivo, en este artículo vamos a desmentir antiguas creencias sobre el cepillado para que a partir de ahora lo hagamos de una manera más efectiva.

Para empezar, hay que decir que para que la limpieza sea completa hay que utilizar, además del cepillo y la pasta de dientes, hilo denal y colutorio. En cuanto al cepillo, solemos aconsejar un cepillo de dientes eléctrico pero eso va a gusto de cada persona y si a tí te va bien con el cepillo de dientes manual, sigue con él

Siempre nos han dicho que el momento adecuado para lavarnos los dientes es después de cada comida. Pero desde Isidroy Márquez Estética Dentofacial recomendamos no hacerlo inmediatamente después. Es conveniente esperar al menos unos 30 minutos para que nuestra saliva recupere los niveles de Ph normales y evitemos que los ácidos que se generan durante las comidas se extiendan por nuestra boca y causen males mayores en nuestra dentadura. Es más, si antes de proceder al cepillado nos enjuagamos la boca con agua, nos aseguraremos de que los niveles de Ph se sitúen en parámetros normales.

En cuanto a la frecuencia, los odontólogos no se ponen de acuerdo y varían sus recomendaciones entre dos y tres veces al día. En nuestra opinión, un cepillado exhaustivo nunca está de más, pero es preferible hacerlo dos veces concienzudamente, que tres mal hechas. Eso sí, nuestra recomendación es que si nos tenemos que saltar un cepillado, nunca lo hagamos por la noche.

No lavarnos los dientes por la noche puede tener graves consecuencias ya que la placa bacteriana tiene más tiempo para actuar y además lo hace más rápidamente ya que al estar dormidos, salivamos menos y, por tanto, nuestra boca se limpia peor.

Y si se nos olvida en algún momento el cepillo, los chicles sin azúcar pueden ser una buena solución para lavar nuestros dientes después de las comidas, ya que nos ayudan a salivar y no corremos el riesgo de que el azúcar nos produzca caries.