30, Jun, 2013 en Odontología

Decir que el tabaco es perjudicial para la salud no es decir nada nuevo. Provoca cáncer, problemas respiratorios, de piel... y una infinidad de problemas bucales.

Para todo aquel que deseé dejar de fumar, le aconsejamos que lea este post en el que desde Isidro y Márquez, Estética Dentofacial, enumeramos todas las enfermedades y dolencias que provoca el tabaco en nuestra boca.

En un primer lugar nos vamos a centrar en los problemas estéticos que genera. Uno de los principales efectos que tiene el tabaco sobre nuestros dientes es que daña la coloración del esmalte. En seguida aparecen manchas o vemos como el color se va amarilleando, lo que da la sensación de falta de higiene bucal. Todos estos efectos se ven potenciados y avanzan más rápido si además combinamos el tabaco con el consumo de otras sustancias como el café o bebidas alcohólicas.

Además, los tóxicos presentes en el tabaco hacen que el esmalte se debilite y sea más vulnerable a las caries, lo que además de tener consecuencias estéticas, ya supone también molestias que pueden desembocar en una extracción de la pieza si no se ataja el problema a tiempo.

Pero como ya se sabe, el tabaco no sólo provoca problemas estéticos en nuestra dentadura, sino enfermedades que van desde la periodontitis, hasta el cáncer de boca.

La periodontitis o enfermedad periodontal es una enfermedad crónica e irreversible que afecta a las encías provocando su envejecimiento prematuro. Los agentes tóxicos del tabaco provocan la acumulación de bacterias que favorecen la inflamación de las encías y por tanto un desgaste de las mismas. Si no se trata adecuadamente, puede desembocar en la pérdida de piezas dentales (ya que los dientes se quedan sin sujeción) e incluso en enfermedades cardiovasculares.

Pero sin duda, la enfermedad más grave que puede provocar el tabaco en lo que a salud bucodental se refiere es el cáncer de boca o de lengua, que alcanza un índice de mortalidad del 50% a los 4-5 años.

Por todos estos motivos, el tabaco se convierte en uno de los peores enemigos de nuestra salud bucodental. Si quieres tener una boca sana, deja de fumar.